Un microondas calienta los alimentos utilizando ondas electromagnéticas que generan vibraciones en las moléculas de agua, grasas y azúcares dentro de los alimentos. Estas vibraciones producen fricción, que genera calor desde el interior hacia el exterior del producto.

Sin embargo, este método no es óptimo para calentar pan, pulpo, lacón o empanadas por varias razones:

1. Textura:

El microondas tiende a ablandar y humedecer los productos con una corteza o superficie crujiente. Esto ocurre porque las ondas electromagnéticas calientan rápidamente el agua presente, lo que provoca que el vapor quede atrapado y reblandezca la corteza.

2. Distribución del calor:

El calentamiento en el microondas puede ser desigual. Esto significa que partes del pan, pulpo o la empanada pueden estar muy calientes, mientras que otras quedan frías.

3. Falta de deshidratación:

En métodos como el horno, el calor permite que la humedad se evapore en la superficie, ayudando a que se mantenga o recupere el crujiente. En el microondas, la humedad se concentra, dejando el alimento gomoso y reblandeciendo su textura.

Por eso, para calentar pan o empanadas, es mejor usar un horno convencional o una freidora de aire, que generan calor seco y permiten recuperar la textura original crujiente y sabrosa.

En cuanto al PULPO, lo servimos en bolsas de vacío especiales de cocción para que podáis calentarlo al baño maría.

Bastará con poner un cazo con agua y llevar a ebullición. En ese punto, el agua está a 100 grados, pero no necesitamos tanto.

Apagamos el fuego y sumergimos la bolsa de pulpo o lacón sin abrir por 6/10 minutos.

Ese calor residual del agua nos calentará el pulpo y respetará su textura, su sabor y sus cualidades organolépticas para que podáis disfrutarlo al 100%.

Después extraer el pulpo de la bolsa y añadir pimentón, aceite de oliva virgen extra y escamas de sal sin abusar.

Todas las zarpas y cocciones a baja temperatura están pensadas para calentar en el horno a 180/200° durante 15 minutos sacándolas previamerte de la bolsa de vacío.

De ese modo, tendréis un plato elaborado solo con ingredientes naturales, sin conservantes, saborizantes o aditivos con dos cocciones cuyo resultado y texturas serán una fantasía para vuestro paladadar.

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